Puede que fuera de Andalucía (mi tierra), algunos no sepan por qué es una de las comunidades más afectadas por la crisis, y es que en algunas provincias andaluzas, los vehículos oficiales no pueden repostar a crédito en las gasolineras, ya que las administraciones públicas se llegaron a convertir en el cliente más moroso que un empresario podía tener.
Se calcula que la deuda total que tienen las administraciones públicas con sus proveedores asciende a un total de 2,500 millones de euros, cifra que ha llevado al cierre a cientos de negocios andaluces y han derribado completamente al pequeño emprendedor que un día vio con ilusión el "lujo" de tener un cliente como un ayuntamiento.
Javier González de Lara, presidente de los empresarios malagueños, pide que se dejen de hacer política de ataque y que lleguen a un acuerdo los nuevos ayuntamientos con el gobierno para hacer frente al pago de la deuda atrasada por las administraciones, ya que él considera que eso sería la autentica "democracia real".
Pide un nuevo modelo de crecimiento donde se minimicen los costes laborales globales de cotización y simplificación de los trámites administrativos.
También ha destacado que se deberían adoptar otro tipo de medidas anticrisis donde se realice una reforma del sistema financiero que asegure la solvencia de las administraciones y la reducción de costes empresariales, para de esta forma incentivar el emprendimiento.
Una preocupación que surge entre los empresarios andaluces es que con el cambio de color político en las ocho provincias andaluzas, va a ser muy difícil que ayuntamientos "azules" consigan llegar a un acuerdo con una junta "roja", y temen que con los doce meses que aún faltan para las elecciones generales, nadie haga nada por el desarrollo de Andalucía ni por la creación de empleo.
De hecho, una de las ciudades que más turismo atrae (Granada), es la única provincia que por unos y por otros, tiene sin acabar algunos tramos de la autovía que une Málaga, con Granada y Almería. Era yo pequeño cuando decían que la autovía iba a estar terminada, pero parece ser que el azul y el rojo solo se ponen de acuerdo en la camisa del F.C.Barcelona
El mensaje es claro: "Que dejen la política a un lado y se pongan a trabajar por el bien de la comunidad", eso ayudaría a generar confianza en la clase política, confianza que de continuar así, terminará desapareciendo por completo.
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