Si alguien me preguntara hoy día si me considero un "inversor experto", mi respuesta sería un rotundo NO, ya que más bien considero que ando algo verde y aún tengo mucho camino por aprender. Eso sí, suelo rodearme de personas que llevan dedicándose a la inversión desde hace más de 30 años. Estas personas no tienen blogs, no participan en las redes sociales y desde luego no son "personajes relevantes en el mundo de internet", pero son mis maestros y me consta que viven de la inversión.
Por otro lado me codeo con "expertos inversores" dedicados al trading, los cuales me dan lecciones diariamente de cómo enfocar la inversión, recordándome que por ahora lo único que he tenido es suerte al no saber analizar un gráfico ni pararme a analizar la PER de una compañía. Esta misma mañana hemos puesto números sobre la mesa y hemos sacado algunas conclusiones.
Hoy, 28 de marzo de 2011 doy fe de que en el mundo debe haber personas que se estén haciendo ricos con el trading, pero yo no conozco a ninguno. Es más, por lo que he podido observar, el Trading es lo más parecido al juego en máquinas tragaperras: "voy perdiendo, cámbiame que tengo que recuperar".
De los 5 traders expertos analizados, en 2010 lanzaron una media de 700 órdenes de compra-venta en el mercado y tan solo uno de ellos no ha perdido dinero, aunque con 815 órdenes de compra-venta (3,3 órdenes diarias), veo demasiado trabajo para tan poca rentabilidad asumiendo un riesgo enorme.
A otro lado de la mesa, mi compañera Victoria Bernal y yo, con 31 y 15 órdenes de compra-venta hemos terminado el año con una llamativa rentabilidad, por no hablar de nuestro querido mentor, el cual con 5 órdenes lanzadas al mercado ha conseguido ganar más de 135,000€ a lo largo de 2010, claro que las cantidades invertidas por esta persona son bastante elevadas.
¿Qué indica esto?
El mensaje es muy sencillo de explicar. Respeto el trading, pero cierto es que el mercado no es apto para operar todos los días. Hay días que no haciendo nada, se gana más dinero o al menos, no se pierde dinero. La inversión a corto plazo es llamativa, pero no es posible llevarla a cabo y más con la volatidad que sufre actualmente la bolsa. Además, por lo que he podido observar, la práctica del Tranding suele causar adicción y no es apta para cardiacos, además de no terminar de verle la rentabilidad por ningún sitio.
Si alguna vez escuchas que alguien ganó más de 4,000€ en una sola mañana, piensa que puede haber sido mucha suerte o que lo más seguro es que te esté mintiendo descaradamente, ya que no es lo normal.
Por otra parte, otro mensaje que podemos sacar de esto es que nunca hay que perder la humildad y desde luego que siempre debemos estar abiertos a aprender.
Y como ya hemos dicho otras veces, hay que tener paciencia para encontrar el momento ideal de entrar en un valor, buscando el corto plazo, pero sin obsesionarnos en él, y desde luego, estando preparados por si nuestra inversión a corto plazo debemos pasarla al largo plazo automáticamente. Sobre todo, volver a comentar que la inversión en bolsa es tan difícil como difícil queramos hacerla.
Una vez más, la inversión inteligente que para mí es el sentido común gana la batalla a esos análisis tan complicados.
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