En 2009 ya se hablaba de que el Corte Inglés había perdido dinero con su cadena de supermercados y con algunas marcas. La política del Corte Inglés nunca fue competir en precios, aunque debido a la crisis y la bajada de consumo, añadida a la búsqueda de ofertas por parte del consumidor, Isidoro Alvarez, presidente de la compañía, no tuvo más remedio que entrar en la guerra de ofertas.
Esta guerra de ofertas no está hecha para el modelo de negocio del Corte Inglés, por lo que un año más tarde, en lugar de vender más con margen menor, terminó notando un nuevo descenso de las ventas con un margen inferior.
Según el balance de cuentas del Corte Inglés, la empresa está atravesando su peor momento, ya que si bien antes estaba libre de deudas, actualmente la situación ha cambiado, y con sus ventas únicamente cubre aproximadamente el 30% de su deuda a corto plazo y el 14% de su deuda a largo plazo.
Esto significa que en caso de no tomar medidas que hasta ahora no han sido necesarias, tales como expandirse a nuevos mercados o su salida a bolsa para financiarse, podríamos tener noticias muy nocivas para el Corte Inglés.
En principio una de las medidas que ha tomado es alargar los pagos a sus proveedores, por lo que si antes pagaba a 3 meses, ahora mismo ya está pagando a 6 meses y algunos proveedores se están planteando no venderle a esta empresa, ya que como es evidente, la crisis es para todos y muy pocas empresas podrían permitirse mantener el género en la calle durante 6 meses.
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