Antes de nada, comentar que importar de China o India, según la demanda que tenga tu negocio, puede ser un ahorro considerable para tu empresa, debido a que la mano de obra en ambos países disminuye los costes de fabricación de un producto puediendo ser más competitivos en precio y ahorrándonos un talón de Aquiles, que en muchos casos lo encontramos en la fabricación propia.
Recordarás que antiguamente, cuando te decían que un producto venía de china, eso era sinónimo de calidad ( porcelana china, decoración china, etc..). Actualmente, cuando te dicen que un producto viene de china, tu mente lo asocia como un producto barato y de baja calidad.
Pues bien, China sigue siendo sinónimo de calidad, únicamente que importamos los productos más económicos para poder competir en nuestro propio país o poder salir a vender al extranjero.
Puedes importar productos de dos formas:
- Comprar el producto hecho. Las fábricas en china o India disponen de miles de artículos de calidad baja, media y alta. Evidentemente, cuando una empresa se dispone a importar un producto ya hecho, va buscando lo más económico y por tanto, las calidades bajan. Esta es la importación pura y dura. compras un producto a 0,03€ y lo vendes en España por 1,20€ y tienes el margen de ganancia muy claro.
- Tomar decisiones en la fabricación. Importar un producto no quiere decir que no fabriques tus productos, sino que símplemente estás subcontratando la fabricación, pero el producto lo has elaborado tú y tú mismo has elegido la calidad de dicho producto.
Imagina que deseas fabricar una marca de ropa en particular, pero quieres que sea tu propia marca y que lleve tu nombre. Pues bien, únicamente debes ponerte en contacto con una fábrica en China o India y explicarles el tipo de prenda que quieres fabricar.
Deberás llevarles los diseños, elegir las calidades del tipo de tela, etc. El hecho de subcontratar la fabricación o llamémosle externalizar la producción no deja de ser un producto que tú fabricas a tu gusto. Símplemente has ahorrado en contratación de personal propio, pero como ventajas de este tipo de subcontratación tienes que sabes perfectamente lo que ganas por cada artículo que vendas.
Cuando se cierra un precio con una fábrica en china, debes contar que el precio, no es el precio final, ya que deberás sumarle algunos impuestos, incluído el de aduanas, por lo que deberás recurrir a un asesor especializado en importación de productos de otros continentes.
Existe otra desventaja que a menudo desconocen los empresarios que subcontratan la fabricación a fábricas externas y sobre todo de china o India. Este problema es básicamente, que si bien tu marca, es una marca registrada, le has dado los planos de fabricación, por lo que seguidamente después de fabricar tu producto, si observan que es original o innovador, la copia vendrá después y en unos meses encontrarás tu producto a menor precio y evidentemente de menos calidad compitiendo con el tuyo propio.
Ese es el precio que puede que tengas que pagar, aunque de todas formas vivimos en la época de la copia y e plagio, así que tarde o temprano ibas a vivir esa situación.
En resumen. Puedes ser fabricante de tu propio producto sin llegar a fabricarlo personalmente, únicamente debes subcontratar la fabricación a fábricas externas, y cuando la fábrica se encuentra en otro país, a esto se le llama Importación.
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